Hacer tu propio pan casero, en los tiempos que corren, te ayudará a evitar salidas innecesarias al súper, además de reforzar tu autoestima…
La receta que hoy os presentamos es de sencilla ejecución, con algunos trucos para que triunféis a la primera:
Ingredientes
Para la masa madre:
- 65 grs de harina de fuerza
- 35 ml de agua
- 1gr de levadura seca de panadero
Para el pan:
- La masa madre que hemos elaborado
- 400 grs de harina de fuerza
- 280 ml de agua
- levadura de panadero
- 12 grs de sal
Pasos a seguir:
- El día anterior, haremos la masa madre, para ello mezclamos en un bol pequeño los ingredientes muy bien. Tapamos con un plástico el bol y lo dejamos reposar en la encimera .
- Ya en el día de autos, echamos la harina, el agua y 1 gramo de levadura junto con la masa madre en el recipiente del robot. Si no tenéis robot podéis hacerlo en un bol grande con una espátula. Mezclamos a velocidad 3 durante un minuto y dejamos reposar 10 minutos.
- Le damos al botón de amasar, y echamos la sal. Si no tiene ese programa lo ponemos a velocidad 4 durante 2 minutos.
- Tiene que quedar una masa que no se pegue demasiado. Si veis que se sigue pegando mucho le dais otra vuelta.
- Sacais la masa y la echáis en un bol grande. Ahora vamos a terminar el amasado de forma manual. Vais estirando la masa, sin rasgarla, y doblándola, así durante 5 minutos. Debe de quedar una masa lisa, flexible y que apenas se pegue. Ponemos un poquito de aceite en el bol, lo impregnamos bien con un papel de cocina y metemos la masa en forma de bola. Tapamos con un trapo y la dejamos fermentar unas tres horas, o hasta que veáis que ha doblado su tamaño.
- Ponéis un poco de harina en la encimera, las esparcéis bien. Sacamos la masa con cuidado del bol para que no pierda mucho del aire que ha cogido, y la ponemos encima de la harina. Ahora vamos a hacer como un hatillo trayendo la masa de fuera a dentro, como si quisiéramos envolver algo que tenemos en el centro. Intentar hacerlo con cuidado para que no pierda el aire
- Con mucho mimo y amor le dais la vuelta, con el hatillo hacia abajo y empezáis a girarla dándole forma de bola, cogiéndola desde abajo con las dos manos y girándola. Tenéis que intentar que la bola de masa al girarla vaya cogiendo tensión.
- Tapáis la masa con un paño y la dejamos reposar media hora, mientras precalentamos el horno aro a y a bajo a 250°.
- Y ahora viene lo importante. Para que vuestro pan no se desparrame y parezca más una tarta que un pan, podéis usar un recipiente de cristal Pyrex con tapa, suficientemente grande, o una cacerola algo alta que podáis meter al horno. Os propongo este recipiente que podéis comprar aquí
- Si lo tenéis con tapa mucho mejor, porque así formará una microclima para el pan que hará que su corteza sea mucho mejor, y se eleve mucho más. Este recipiente lo tenéis que poner en el horno mientras se calienta.
- Transcurrida la media hora abrís el horno, quitáis la tapa del recipiente y con un ágil movimiento metéis la masa en el recipiente con el hatillo hacia arriba, y volvéis a poner la tapa
- Cerráis el horno y mantenéis 15 minutos a 250°, y 45 minutos a 200°. Los últimos 10 minutos le quitáis la tapa al recipiente.
- Transcurrido el tiempo, apagamos el horno, y mantenemos el pan dentro con la puerta entreabierta durante 15 minutos, esto hará que la corteza os salga más crujiente.
- Sacáis el pan y lo ponéis en una rejilla a enfriar.
Ahora solo toca esperar a que se enfríe y disfrutarlo. Nada mejor que unas buenas gachas para hacerle los honores. Enhorabuena, ya estás hecho un panarra.