Por aclamación popular, comparto con vosotros la receta de magdalenas, muy sencilla de hacer, y algunos trucos para asegurar que suban a nivel profesional. Vamos que ya queda menos!!! #yomequedoencasa
Ingredientes:
- 4 huevos hermosos
- 200 grs de azúcar
- 230 grs de preparado de bizcocho del Ahorramás (sustituible por 220 grs de harina de repostería y un sobre de levadura para bizcochos, no para pan)
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra, nada de aceitillos suaves
- Sal
- La ralladura de un limón, intentando no pillar parte blanca que “amargosea”
Pasos a seguir:
- Echar los 4 huevos, sin cáscara, en el vaso del robot, o en el vaso de la batidora en su defecto.
- Poner la mariposa, y empezar a batir a velocidad 3
- Pasado 1 minuto, empezar a incorporar el azúcar poco a poco. Una vez que has echado toda el azúcar dejar batiendo a velocidad 4 unos 8 minutos
- Seguir echando el aceite a poquito y después de terminar seguimos batiendo un par de minutos
- Vamos incorporando la harina. Importante que la hayamos tamizado. Se hace muy fácil con un colador. Ponemos también una pizca de sal. Batimos a velocidad 4 otros tres minutos.
- Muy importante, hay que usar un molde rígido de esos que traen los huecos para las magdalenas, para que no se desparramen. Ponemos un papel (de magdalenas) en cada agujero y rellenamos con la masa hasta la mitad. Guardamos en la nevera durante una hora. Con el resto de la masa vamos rellenando también los papeles y las guardamos también en la nevera. Con las cantidades usadas obtendremos 18 magdalenas más o menos. El frío es súper importante para que al meter al horno el contraste de temperaturas potencie el efecto de la levadura.
- Precalentamos el horno a 220° arriba y abajo. Importante hacerlo con tiempo para que coja bien la temperatura y no baje cuando abramos para meter las magdalenas.
- Pasada la hora, sacamos el molde de la nevera, echamos un poco de azúcar por encima de cada magdalena, y las metemos al horno a 220° durante 17 minutos. Sabremos si están cuando metamos un palillo en una magdalena y salga seco. Ojo con el tiempo que cada horno es un mundo.
- Sacamos el molde del horno, sacamos las magdalenas con su papel del molde. Lo rellenamos con otra tanda y vuelta a empezar, hasta que demos fin.
- Una vez terminada la faena, conviene guardarlas en una lata grande u otro recipiente para que se mantengan jugosas.
También podéis incorporar pepitas de chocolate en vez del azúcar.
Espero que estas magdalenas de cuarentena sean de vuestro agrado. A mi no me ha dejado probarlas…