Seguro que habéis visto multitud de recetas «modernas» donde tendréis que envasar al vacío el producto a cocinar, y no todos tenemos en nuestras casas un artilugio destinado a tal fin. No problem, tenemos la solución.
Necesitamos un bolsa de plástico con cierre zip, de las que pone «aptas para microondas» y una pajita de las de refresco.
Metemos el producto al que queremos hacer el vacío, y metemos la pajita por un extremo, cerrando lo más posible la cremallera, dejando solo el pequeño hueco de la pajita.
Procedemos a succionar el aire del interior, sujetando bien para que no se escape el aire. Cuando veamos que ya no queda aire, o no podemos más, apretamos con los dedos la zona de la bolsa donde tenemos la pajita, y tiramos hacia afuera para sacarla, al mismo tiempo que apretamos y cerramos la bolsa. Y voilá!, tendremos nuestro producto envasado al vacío, listo para cocinar, o para lo que sea menester.
Y el glamour, que? Dónde queda? La pajita mejor para aspirar el combinado que nos vamos tomando mientras preparamos todas las exquisiteces que tenemos en mente. Que ya me he comprado la maquina!!!!